La izquierda infantil y el antimperialismo en Cuba.

Por Javier Sánchez Rivero


En la Cuba actual, y afirmo que es algo que se viene cocinando hace ya un tiempo, se intentan arrebatar y resemantizar símbolos representativos para la nación y la Revolución. Se disputan desde figuras tan radicales como José Martí hasta símbolos patrios referentes del carácter independentista y emancipador cubano como la bandera. Es una disputa que se extiende por todos los terrenos de la sociedad y alcanza, incluso, la propia condición de izquierda política de los revolucionarios cubanos.


Desde la normalización de las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos la administración Obama, consciente de la tradición y la importancia que tiene en nuestro país la izquierda, impulsó la aparición de una fuerza en el campo intelectual que intentara desplazar a la izquierda cubana y posicionarse como los “verdaderos revolucionarios”. Mensajes tan hipócritas como “han secuestrado la Revolución”, “ellos ya no son revolucionarios” y “se han olvidado del pueblo”, componen la narrativa de la era Obama.


Coincidiendo con el recrudecimiento de las medidas del bloqueo económico y financiero y la pandemia del Covid-19 en el último año, vemos una prolongación de esta nueva “izquierda” y una mayor apuesta por resaltar a jóvenes como símbolos de resistencia y dolor ante un régimen que supuestamente ya no soporta el disenso, aunque sea “revolucionario”. Y la mayor hipocresía de esta nueva “izquierda” no está en criticar la gestión del gobierno cubano, en señalar males sociales existentes en nuestra sociedad o en atacar el accionar de nuestro Partido; está en ignorar a propósito el contexto en el que construimos el socialismo en Cuba.


La inclusión del contexto – de la perspectiva histórica de las ciencias sociales – es uno de los aportes teóricos más importantes del marxismo a la producción científica y política. Un análisis de las estructuras sociales a nivel micro o macro sin tener en cuenta el lugar y el momento en el que se encuentran resulta incompleto y carente de veracidad científica.


Esta izquierda infantil “analiza” el panorama cubano sobre la base de desconocer nuestra relación con el gobierno estadounidense desde el siglo XIX, nuestra situación de país subdesarrollado y con escasos recursos naturales, nuestra historia de país colonizado, humillado y agredido para concluir que en Cuba la Revolución ha sido secuestrada y se renunció en secreto al socialismo. Y me detengo para enfatizar un razonamiento que creo el centro del desmontaje de la fachada de estos “izquierdosos”: en Cuba los líderes revolucionarios más importantes fueron profundamente antimperialistas. Una izquierda que defienda la libertad de acción -encubierta como libertad de expresión- de mercenarios pagados por el imperio está promoviendo una agenda de restauración capitalista y subordinación al imperialismo, conscientemente o no.


El imperio norteamericano ha jugado un papel importantísimo en el socialismo que hemos sido capaces de construir en Cuba. Excluir este factor o darle un papel secundario en el devenir de nuestro proyecto revolucionario puede ser una de dos posibilidades: ignorancia teórica -me niego a creer tal inocencia de parte de actores tan trabajados- o cinismo.


Martí, Mella, Guiteras, Villena, Guevara y Fidel con su práctica y teoría revolucionarias lo demuestran de modo contundente: Ni en Cuba ni en América Latina se puede ser de izquierda sin ser antimperialista.

Publicado por Bufa Subversiva

Cubanos, martianos, revolucionarios y socialistas de nacimiento.

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